Conferencia de la cátedra: Características e impacto económico de las personas migrantes y refugiadas en Costa Rica
Las decisiones que se deben tomar alrededor de las políticas económicas de Costa Rica, en la actualidad, son urgentes y necesarias.Para dialogar al respecto, este lunes 22 de octubre la Escuela de Economía, en colaboración con Casa Presidencial, realizó un foro llamado “Desafío fiscal: la Costa Rica que queremos”. Este tomó lugar en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas y contó con la presencia de Laura Guido, diputada por el Partido Acción Ciudadana; Edna Camacho, Ministra de coordinación del equipo económico de la presidencia de la República; y José Cordero, Director del Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas. Además, Juan Robalino, profesor e investigador de la Escuela de Economía moderó la sesión.
Juan Robalino, inició la sesión hablando sobre la situación actual en la que se encuentra el país. En ella, explicó que en el 2017, el déficit fiscal estuvo arriba del 6.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, se proyecta que para finales de este año llegará al 7.2% y para el 2019 se acercaría al 7.5%. Asimismo, se estima que la deuda política alcanzará este año el 53% del PIB, y para el próximo año rondará el 58%. Si no se toman las acciones necesarias, se dará una serie de efectos negativos, como las tasas de interés más altas, tipo de cambio más alto e inflación, lo que repercute en el bienestar de la ciudadanía y el bienestar de los más vulnerables.
Siguiente a la introducción de Juan Robalino, Edna Camacho tomó la palabra. Al comenzar, explicó los efectos que se están dando debido a las problemáticas económicas del país actualmente, menciona que un efecto “que ya se está dando” es la “bola de nieve” que se da ya que “el pago de intereses que tiene que hacer el gobierno empieza a representar cada vez una porción más alta de los gastos, por que entonces el déficit aumenta porque aumentó el pago de intereses, y después aumenta el endeudamiento, eso aumenta el pago de intereses y así sucesivamente”.
Asimismo, aseguró que no se puede "satanizar" la deuda ya que esta puede ser buena si se utiliza adecuadamente. Ella afirma que “cuando usted se endeuda para hacer inversión que va a aumentar las posibilidades de un país, esa deuda finalmente se va a poner pagar.” Asimismo agrega que en Costa Rica el problema se centra en que la deuda se utiliza para pagar gastos normales, “no es para aumentar las posibilidades de generación de ingresos”.
Continuó su discurso afirmando que la reforma fiscal es una propuesta balanceada, asegurando que es la primera vez que se aborda los problemas y causas que nos llevaron a la situación en la que nos encontramos. Destacó que “si no se establecieran reglas fiscales, un gobierno mal portado, que siempre está a la vuelta de la esquina, pues podría borrar con el codo lo que se hizo con la mano. La regla fiscal ayuda a crear alguna certeza de que el comportamiento futuro no va a ser irresponsable.”
Posteriormente, Laura Guido inicia su presentación. En está ella comenta que una de sus preocupaciones más grandes se debe a que “estamos pagando deuda con deuda”. Asimismo, añade que como diputada, ha visto un gran problema por parte de la política, afirmando que
“Parte de la política tradicional tenía mucho que ver como yo creaba un nuevo programa, o un destino específico o algún nuevo gasto para yo dejar mi herenciaal futuro y dejar mi nombre zanjado, o congraciarme con la comunidad a la que representaba, pero sin que esto representará un ejercicio responsable de cómo el estado iba a hacerle frente a estas realidades y sigue siendo un tema de debate en la asamblea legislativa. Nos gusta mucho crear responsabilidadespero no somos tan creativos para crear ingresos.”
Esto es lo que ha llevado a que Costa Rica se tenga muchas obligaciones como estado, pero nunca se llega a tener la discusión de cómo se van a atender o financiar las mismas.
La diputada también conversó sobre las pensiones de lujo y salarios altos dentro del sector público. En este mencionó que el impuesto para estos podría ser más alto, y que se estimaría que la suma que se puede recoger de estos es bastante considerable. También mencionó los impuestos a productos como bebidas azucaradas, alimentos ultraprocesados, entre otros, conocidos como impuestos para desincentivar ciertas prácticas o conductas. Ella afirma que si el objetivo de estos impuestos es que la gente deje de consumir dichos productos, no se pueden utilizar como base para combatir la crisis fiscal.
Durante su intervención, Guido se refirió hacia la inquietud sobre el impuesto del 1% a la canasta básica y la regresividad del plan fiscal. Ella admite que los impuestos de consumo siempre van a tener el carácter de regresivo, debido a su misma naturaleza. Sin embargo, en el mismo proyecto se pensó en un mecanismo de devolución para compensar los efectos del impuesto de canasta básica. A la misma vez, se debe entender que si el impuesto de los productos de la canasta básica es 0%, se esto significa que toda la cadena de estos productos es invisible. Al contrario, a la hora de agregar un impuesto a este producto, puede facilitar ver dónde hay transacciones ilegales.
Continuamente, José Cordero tomó su espacio para explicar sobre la investigación, ya publicada, del Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas. El expositor confirmó lo que Laura Guido ya había mencionado sobre la regresividad del IVA. A pesar de ello, asegura que en un plano general, el plan fiscal sí es progresivo. Además, él advirtió que el gobierno sí cuenta con los mecanismos para ayudar a las personas que son más vulnerables o se pueden ver más afectadas por dicho impuesto. Por último, agregó que a largo plazo, el IVA tendría un impacto más allá, ya que se sabría de dónde vienen los productos, las personas pedirán más factura electrónica, y quienes tienen más, tendrían que aportar más vía impuesto a la renta. Asimismo, se podría reducir la evasión fiscal que tanto afecta a la economía nacional.
Posteriormente, se realizó una sesión de preguntas, tanto de parte del moderador, Juan Robalino, como del público. En esta se discutió si posibles formas de mejorar la eficiencia en el gasto sin comprometer los resultados. También se habló sobre el proyecto de ley de impuestos a grandes cooperativas, así como propuestas concretas que tiene el gobierno central para generar activar la economía.
El diálogo que se llevó a cabo a lo largo de la actividad permitió ver cómo, aunque el plan fiscal no es perfecto, sí tiene factores positivos, como la progresividad y el balance. Actualmente se necesita que Costa Rica tome una decisión firme en cuanto a cómo vamos a seguir creciendo, y que medidas económicas son las mejores, más justas y más eficientes para lograr alcanzar la Costa Rica que queremos.
Esta actividad se llevó a cabo dentro del marco del 75 aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas.